Estos días vivo en una especie de ensoñación, una rêverie, que dirían los franceses. Los recuerdos y las imágenes habitan la cotidianidad casi con más corporalidad e intensidad que la materia tangible. El mundo acontece como una irrealidad. Y sin embargo es más real que nunca.
Cuaderno de bitácora de Miguel Ángel Hernández. Reflexiones apresuradas sobre arte, literatura y cultura visual.
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