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... y todo lo demás

Vuelvo de un fin de semana en París. Apenas dos días y han vuelto todos los recuerdos. Recuerdos de una temporada hace algunos años. Recuerdos que creía olvidados. Pero, por lo que se ve, no estaban tan atrás. Ha sido muy extraño. Hace unos años, pasé un semestre allí. Ocurrieron muchas cosas, y fue una experiencia tremendamente enriquecedora. Pero todo eso se había borrado de mi memoria. Y en dos días todo ha vuelto de golpe. Es curioso el cruce de temporalidades que uno sufre en estos momentos. Cuando los recuerdos vuelven, el tiempo se ensancha, el presente se expande y en él irrumpen cosas que, aunque no pertenecen a este tiempo, de algún modo lo configuran, así que se vive una especie de presente en distancia. Aunque resulte paradójico, se produce un distanciamiento entre el lugar desde el que uno piensa y el lugar en el que uno está físicamente. Un pensar ausente. Ahora estoy aquí, escribiendo, pero ese "estar-aquí-escribiendo" no es un "estar-aquí" del todo. Mientras escribo, mientras pienso, mientras estoy, hay una fuerza que me sujeta, y que me enuncia, que lleva lejos sin llevarme a ningún lugar. Son momentos en los que el habitar la distancia de Nietzsche se hace patente. Aquí-París-ayer-París-hace-seis-años-aquí-allí-ahora-entonces... y todo lo demás.

Comentarios

  1. no entiendes nada, hijo mío...
    este libro es maravilloso, de lo mejor del austriaco!

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