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Al sur de la frontera...

Supongo que hay libros para todos los momentos. Algunos que, por lo general, no nos dicen nada, a veces, y sin saber exactamente por qué, nos tocan directamente, nos aluden, como si hubiesen sido escritos para nosotros. Hoy he tenido esa sensación leyendo a Murakami. No es un autor que me fascine, pero de vez en cuando me sumerjo en él porque sus historias tienen algo particular con lo que empatizo, una tendencia a lo ñoño y lo cursi que, cuando no llega del todo a consumarse, puede producir emociones profundamente perturbadoras. Como digo, hoy me ha ocurrido eso con Al sur de la frontera, al este del sol, una obra menor del autor japonés que, por razones que no quiero saber, me ha dejado más turbado de la cuenta. La he leído de un tirón, mientras esperaba (más de tres horas) en la consulta del dentista. Además, ha sido providencial: nada más acabar la última frase, la enfermera ha dicho mi nombre, como si las inconcebibles tres horas de espera hubieran sido causadas por mi tiempo de lectura. Hacía tiempo que no me metía tan a fondo en un libro, que no me dejaba llevar tan irreflexivamente en una lectura. Probablemente haya sido cosa mía, aunque ya me ocurrió con After Dark, pero lo cierto es que durante el tiempo que he estado leyendo he habitado el mundo de Murakami, he compartido las reflexiones del protagonista y me he dado cuenta de lo comunes que son las emociones humanas. El amor, el dolor y la mentira atraviesan como una flecha la historia de la humanidad.

Comentarios

  1. Conicido... bueno, en lo de la espera de 3 horas no.

    Con "After dark" tb me vi repentinamente habitando ese mundo de cotidianeidad en el que de repente algo salta hacia donde no debería...

    Como dices, no entusiasma, pero si hay música "easy listening" esto será literatura "easy reading".

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